.. me alegro de estar en donde estoy y no donde queria estar porque asi algun dia podre estar donde quiero estar..

septiembre 05, 2010

Eleva tu Imaginacion




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Imaginacion, es todo lo que se necesita ..mis mas humildes saludos

y admiracion por esto Lawrence Carbajal.



Se abre la puerta. El artista la jala de la correa.

Avanza despacio, nerviosa. Todos la observan:

periodistas, intelectuales, decenas de cámaras.

Su cuerpo perfecto de 18 años, desnudo, moviéndose

a cuatro patas. La expresión de su rostro.

Cientos de flashes nublan su vista. Es la estrella

de la instalación.

Se trata de “chicha” la perrita. Así fue

bautizada para la exposición. Su nombre real

es Claudia, pero se eligió uno más acorde al

papel que desempeñaría durante los próximos

tres días.

En esa posición sus pechos se ven aún

más grandes de lo que ya son. Conforme avanza,

sus lindas nalgas, su vagina totalmente depilada

y su impecable ano, se vuelven el interés del público

que va dejando atrás. Hombres y mujeres.

Todos la observan. La critican. Murmullos, gritos.

No puede distinguir las palabras. Se detiene,

dudosa, incierta. “¡Camina perra!”. Voltea a todos

lados tratando de identificar de dónde vino

esa voz. Un fuerte jalón en su cuello la obliga a

seguir su camino. Ya no es un ser humano. Es

una perra.

El milagro del arte


- 56 - El artista abre la puerta de la jaula mayor, que será la

residencia temporal de la chicha. Quita la correa de su collar

y la empuja hacia adentro con una patada en las nalgas. La

puerta se cierra. Su libertad ha terminado.

La jaula es el escenario principal. Se parece mucho a

esas que usan en los circos para los tigres y leones. Tiene

varias puertas a su alrededor, como cuando llevan a un tigre

enjaulado y abren la puerta para que entre el animal y dar

un “show”. La diferencia es que los espectadores se pueden

acercar tanto que pueden llegar a meter los brazos en la jaula.

No hay asientos lejanos. Entre más cerca mejor. La instalación

es vivencial. Los espectadores se convierten en actores improvisados.

Del lado de los visitantes no existe entrada alguna a

la jaula, pero del lado restringido hay cinco. Una de ellas es

precísamente por la que acaba de ingresar la “chicha” (diminutivo

de “Claudita”), la cual es la más cercana al público.

Se puede casi tocar. Los espectadores rodean ahora toda el

área disponible para poder ver a la perrita en su jaula lo más

cerca posible.

La blancura de su piel contrasta con el color negro de

su largo cabello y del collar que porta como señal de su actual

condición. La chicha explora el lugar, olfateando. La incomodidad

del piso se refleja en sus articulaciones. Tiene prohibido

ponerse de pie o decir alguna palabra. Se debe comportar

como la perra que es.

Una jaula más pequeña se acerca, empujada por un

entrenador. Contiene a uno de sus próximos compañeros. Un

dálmata. Es puesta en una de las entradas y se abre la puerta.

La chicha permanece en su posición, en sus cuatro patas, esperando

a su pareja. Éste huele su trasero cuidadosamente

y de inmediato la monta buscando su reproducción. El gran

espectáculo ha comenzado. Un perro teniendo sexo con una

perra humanoide. El público se emociona y sus voces se escuchan

cada vez más fuertes.

La chicha disfruta del acto. El sexo sin protección es de lo

mejor. Se puede sentir todo. Olvidarse de condones y métodos

anticonceptivos. No importan las cámaras ni los espectadores.

Sólo importa el placer que siente en este momento. La agilidad y

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el tamaño del miembro de su pareja superan a la mayoría de los

hombres con quienes ha estado. Eyaculadores precoces, impotentes,

sin condición física, en fin. Por el contrario, el dálmata es

un viril atleta. Todo un semental. Se siente tan diferente, tan rico.

“Sexo sin protección y sin consecuencias” fue lo que

más le llamó la atención a Claudia cuando su maestro de

pintura, un reconocido artista, le planteó la idea de participar

en una instalación para su próxima exposición pictórica en la

mayor galería de la ciudad. Claro, además del dinero que le

permitiría dejar su empleo de mesera, y la fama que obviamente

impulsaría la carrera de esta joven estudiante de arte.

El pene del dálmata crece aún más dentro de la vagina

de la chicha, presionando su clítoris, acelerando su orgasmo. El

semen golpea las paredes inundando la intimidad de la perra

mientras ésta tiene la mejor experiencia de su vida. Nunca ha

sentido tanto líquido viril en sus entrañas. Le encanta.

“Las probabilidades de embarazo son cero. Los genes son

incompatibles.” Las mejores experiencias de Claudia fueron las

veces que no utilizó condón. Pero desde hace mucho tiempo no

lo hacía de esta manera por tanto riesgo. Aún más que las enfermedades,

la posibilidad de quedar embarazada nunca ha sido

una opción. Sus padres nunca la entendieron y no los quería

volver a ver. Abandonó su casa poco antes de cumplir los dieciocho,

cuando terminó la preparatoria. Nunca apoyaron su idea de

estudiar nada que tuviera algo qué ver con el arte. Literatura,

teatro, pintura, todo eso era para vagos.

No, nada de hijos. Le estorbarían en su camino a ser

una artista. Además, ella no sería una buena madre, y menos

con el ejemplo de sus padres ahora divorciados. Ambos pensando

siempre en sus propios intereses, sin preocuparse por

sus hijas. Ahora cada quien tiene otros hijos con sus nuevas

parejas. Los matrimonios ya no funcionan y las parejas “libres”

tampoco crean un ambiente muy favorable.

La pareja canina está “pegada”. El macho no logra

separarse de la hembra a pesar de los movimientos. La chicha

continúa excitándose por la agitación, los líquidos en su inte-

58 - rior y el gran tamaño del órgano que bloquea su entrada. Está

extasiada. Ningún hombre le dio dos orgasmos seguidos con

una sola penetración. El perro es el mejor amigo del hombre,

pero el mejor amante de la mujer.

Finalmente, los órganos ceden. La pareja se separa.

Un silbido llama al macho a su jaula y la puerta se cierra. La

hembra queda tirada en medio del escenario principal, con su

vagina satisfecha y llena de semen, chorreando.

Se da un receso. El artista plástico inicia su entrevista

con los medios. Empieza explicando la razón de elegir el tema

de la zoofilia y las grandes similitudes entre el ser humano

y los animales. “El hombre es un animal político, pero sigue

siendo un animal.” Las cámaras lo siguen en su tour pictórico

por la galería, aunque el interés principal sigue estando en la

perra que alguna vez fue humana.

Los canes machos fueron elegidos tanto por el tamaño

de su miembro como por su grado de obediencia, explica el

artista. “Y es que tampoco queremos accidentes”. Todos son

entrenados y han sido revisados para evitar cualquier infección

o daño al ejemplar femenino. Por otra parte, las fechas del

evento fueron elegidas por coincidir con el periodo de máxima

fertilidad de la hembra. Esto, para que su olor atraiga y excite

más a los machos. “Podrán hacerle preguntas a ella directamente

el domingo por la noche, durante una conferencia de

prensa, cuando el hechizo termine y vuelva a ser humana.”

El espectáculo se reanuda con un labrador en el escenario.

El público observa con gran interés, sin perder detalle

hasta la culminación. Continúa un pastor alemán y finalmente

un gran danés lleva a la chicha al mayor paraíso de todos.

Cada ejemplar tiene un pene aún mayor que el anterior. Su

joven e inocente carita humana refleja un estado máximo de

placer íntimo.

Se anuncia el final de la instalación por ese día. La

hembra es llamada a ocupar su jaula en la que apenas cabe.

Es del mismo tamaño que las de los machos. No hay motivo

alguno para privilegiarla con una de mayor tamaño sólo por su

apariencia antropomorfa.

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Los medios y los intelectuales se retiran para redactar

su visión del evento, mientras la chicha se recuesta en su

pequeña jaula en posición fetal. El resto de los invitados abandona

el lugar conforme las luces se apagan.

El programa sigue su curso. Viernes, sábado y domingo

con un show cada dos horas durante el día y cada hora durante

la noche. Son cuatro machos para que siempre esté lleno de

energía el semental en turno.

Llega el fin del hechizo. La vagina de la chicha escurre el

semen del gran danés que la acaba de montar. El artista abre

la puerta y la llama. Amarra la correa al collar de la perrita para

llevarla al área de prensa. Todas las miradas presentes buscan

disfrutar de los últimos momentos caninos de Claudita.

Los asientos reservados para la prensa están llenos. El

resto del espacio se satura con el público asistente. Todos ansían

ver la transmutación interna de esta mujer-perra. Atentos,

observan su aparición en escena.

Después de tres días en esta condición, la chicha ya no

siente nervios. Se ha acostumbrado al público. A ser observada

desnuda, en las situaciones más íntimas: coger, comer, mear y

cagar. Sin embargo viene una situación a la que aún no se ha

enfrentado: una conferencia de prensa. Responder cualquier

pregunta que le hagan los reporteros. Hurgarán en su intimidad.

Lo sabe. De cualquier forma, será en su condición de humana,

lo que la tranquiliza un poco.

El momento ha llegado. Las miradas se clavan en su

cuerpo. El artista le quita el collar terminando con el encanto.

La chicha se pone de pié. Vuelve a su forma humana. Se transforma

en Claudia, la jovencita. Las cámaras capturan el cambio.

La audiencia aplaude al fin de la transfiguración. Recibe una

gabardina para cubrir su desnudez. El collar va a un estante

reservado previamente y pasa a formar parte de la colección.

Da inicio la conferencia de prensa. Claudia se enfrenta

al micrófono mientras su maestro señala al reportero en turno

para lanzar una pregunta.

- 60 - -¿Quién es mejor, el hombre o el perro?

- ¿A qué te refieres?

Sabe exactamente la intención de la pregunta, pero quiere

un poco más de tiempo para pensar en la respuesta. Aún siente

su vagina llena de semen.

-Al sexo, ¿qué prefieres, un hombre o un perro?

Busca la manera de decirlo sin revelar nada de su vida

privada. Decide utilizar una frase trillada.

-Un perro no te puede dar el amor que te puede dar un

hombre, pero sí son muy buenos en el sexo. Ya lo deben haber

notado. Siguiente.

-¿A qué sabe la comida de perro?

Durante su condición de perra tuvo que vivir como tal,

incluyendo la parte de la comida. Un plato con purina y otro

con agua. Bastante difícil comer sin usar las manos. Y peor aún

para beber agua. Tenía que cerrar los ojos y meter toda la cara

para poder dar unos sobros y luego sacarla para respirar.

-Sabe a All-bran y todas esas barras de fibra. Yo pensé

que iba a saber mal, pero no tanto.

-¿Y no te aburrías de comer siempre lo mismo?

-Hay seres humanos en peores condiciones. Muchos que

desearían poder comer eso tres veces al día. De eso se trata

todo esto, de ver la similitud entre los hombres y los perros. El

siguiente.

Una respuesta inteligente que refleja su sensibilidad

humana. Muy bien.

-¿Qué fue lo más incómodo de vivir como una perra?

Definitivamente no hay duda.

-No tener un baño a donde ir. Tener que hacer en cuatro

patas. Especialmente cuando estaba en la jaula chica. Y lo peor,

¡no poder limpiarme! Tener que aguantar sucia hasta la hora de

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la ducha, donde nomás me aventaban agua desde afuera con la

manguera. Pero bueno, el que sigue.

Ésta vez se dejó llevar por la emoción. Debe calmarse.

Respira profundo.

-¿Qué piensa tu familia? ¿Tus papás están orgullosos?

El punto más sensible y más difícil. Trata de mostrarse

serena, pero tampoco quiere mentir.

-No sé. No vivo con ellos. Nunca han estado orgullosos

de mí y no sé si ahora lo estén. Tampoco creo que les importe

mucho.

-¿Les contarás a tus hijos sobre esto?

De nuevo la cuestión familiar. Lo mejor es continuar con

las frases trilladas.

-Al parecer hay muchas fotos y videos de mí estos días,

así que sería muy difícil ocultarlo. Aunque no pienso tener

hijos por el momento. Quizá después... mucho después. De

cualquier forma, esto es arte y no hay de que avergonzarse.

Soy una artista, no una estrella porno.

-¿Te pagaron?

-Sí.

-¿Cuánto?

-Lo siento, esa información no la puedo revelar.

El artista toma el micrófono y clausura la conferencia de

prensa. Los reporteros protestan, pero esa es la idea. Dejarlos

con dudas. Ocultar lo que existe, o lo que no existe, da igual.

Eso lo vuelve más interesante, que piensen que hay mucho

más detrás de lo que han visto. El “espacio anterior” al cual no

tienen acceso. Dejar el resto a la imaginación.

La vuelta a la normalidad no es fácil para Claudia. Todos

sus compañeros la vieron en la exposición, en la tele o en

internet. Las imágenes prácticamente recorrieron el mundo. A

pesar de haberse cortado el cabello es difícil pasar desaperci-

62 - bida. Sus amigas de la preparatoria le han dejado de hablar.

No comprenden el mundo del arte. Todos los hombres piensan

que es una chica fácil que tendría sexo con cualquiera. “Si

tuvo sexo con perros, tendrá sexo con cualquier hombre”. Por

el contrario, los hombres le interesan poco, más bien nada.

Los perros son lo mejor. Al menos lo mejor que ha probado.

Quizá un caballo sea mejor, o un burro. Hay tantas especies en

el reino animal. Pero por el momento no conviene acercarse

a ninguna tienda de mascotas. Sabe que será reconocida y

tachada pervertida enseguida.

Lo positivo es que ahora es una “artista”. Tiene las puertas

abiertas para una exposición propia en cualquier galería que

desee. Debe aprovechar este momento de aislamiento social.

Como sus maestros de arte le han dicho: “Las obras maestras

han sido creadas durante los momentos de depresión y aislamiento

del artista”.

Semanas después del evento, Claudia se siente un poco

mal y decide acudir al médico.

-¡Felicidades! ¡Estás embarazada, vas a tener un hijo!

Claudia se queda seria al recibir la noticia. Eso no es

posible.

-Pero... yo no he tenido relaciones recientemente con

ningún... hombre...

Siente como si un balde de agua fría cayera sobre su

cuerpo.

No, sabe que ese hijo no es producto del Espíritu Santo.

Lo imposible ha sucedido. Eso de la incompatibilidad genética

es basura. Dentro de ella crece un monstruo, hijo de ella y uno

de los perros. Debe abortar cuanto antes. Esto ni siquiera estaba

contemplado dentro del “performance”. Hay un culpable

y es su maestro. Esa criatura no puede nacer, ni siquiera es

humana.

Llega enojada reclamándole.

-¡Estoy embarazada por tu culpa!

-No me digas que...

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-¡Sí!

-¡Por Dios! ¡Esto es lo mejor!

-¿Qué?

-Tu hijo es una obra de arte nacida de otra obra de arte.

Esto es genial. Montaremos otra exposición. Los ultrasonidos

formarán parte de la colección. Tú también debes ir creando

tus propias obras, que reflejen tus sentimientos y emociones

por el embarazo.

Esperaba una reacción totalmente distinta. Nunca imaginó

que su maestro fuera a convertir esta tragedia en arte. Pero es ahí

precisamente de donde surgen las mayores obras.

-Tendrás el parto en la galería, en vivo. Todo mundo estará

a la expectativa para ver por primera vez a tu hijo. Luego

vamos a hacer la prueba de ADN para ver cual de los perros es

el padre. ¡Wooohh, esto va a ser genial!

por Lawrence Carbajal

4 comentarios:

  1. la verdad me en canta como piensas y todo lo que dises la verdad

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  2. ai aveses que en la vida pasan muchas cosas
    pero uno se forja su propio destino solo me estoy desaogando ai aveses ke me siento triste aveses feliz aveses siento ke me falta algo
    aveses no se ke pensar de la vida de mi y lo que balla a pasar

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  3. cada dia me fejugio aqui para desogarme aveses no se ni que pensar

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  4. bueno este dia me fue mejor me siento muy bien
    y pues el punto es que todo esta bien y salir adelante

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